La justicia económica es cuando todos tienen acceso equitativo a los recursos y oportunidades. Está estrechamente vinculado a nuestra definición de justicia del consumidor. De manera similar, implica reformar sistemas injustos y promover políticas económicas equitativas que pongan a las personas en primer lugar. La justicia económica proporciona un entorno en el que las personas pueden tener éxito, generar riqueza y prosperar.

La cantidad de dinero que un consumidor tendría que pagar para poder conducir el automóvil nuevo a casa ese día.